domingo, junio 01, 2008

INMIGRANTES DE USAR Y TIRAR

Parece ser que a pesar de la difusión del conocimiento que se puede producir acerca de la diversidad humana a través de los medios de comunicación, se echa de menos una mirada abierta, plural, tolerante y sobre todo respetuosa con los demás, considerando al otro en la igualdad.
Mi experiencia como persona implicada y comprometida en la lucha y defensa de derechos para los menos afortunados, me ha roto los esquemas o representaciones que tenía de lo que consideraba un país desarrollado. Es cierto que existe una gran calidad de vida reflejada en la tranquilidad y seguridad ciudadana, pero en muchas ocasiones se encuentra matizada con el consumismo, la posesión material y la competitividad, generando mayor insatisfacción por lo que se tiene.
Desde mi percepción subjetiva los valores humanos quedan relegados por valores que priman lo económico, lo inmediato, lo individual y lo conformista; posición muy respetable pero que abre paso a la melancolía por la solidaridad. Y es con esa perspectiva con la que se identifica al otro, al extraño, al desconocido, calificándolo de acuerdo a precedentes generalizados, descriptivos, estereotipados y en algunas ocasiones hasta estigmatizados.
El contrato del señor Rajoy sólo pretendía que los inmigrantes respeten las costumbres de los españoles: se sometan a la ley y aprendan el idioma. Que los buenos se queden y que los malos sean expulsados. ¡Ah!, y si se quedan en paro, que también se vayan. Y si son musulmanes, lo mismo no tienen suficientes puntos para estar. Un mensaje lo suficientemente simple como para que todo el mundo lo entienda. ¿Inmigrantes de usar y tirar? ¿A quién le importa?
Dicen que los inmigrantes deben tener los mismos deberes que los españoles. ¡Faltaría más! ¿Es que alguien piensa que eso no se produce ya? Es más, el problema no está en garantizar el cumplimiento de los deberes (que ya es una realidad), el problema está en que es falso que los inmigrantes tengan los mismos derechos. Pagan sus impuestos y deben cumplir las leyes (como no podía ser de otra forma) pero siguen siendo ciudadanos de segunda mientras estén confinados a los trabajos más duros y peor pagados, mientras que vivan a diario la discriminación y estén bajo sospecha por ser diferentes.
El Partido Socialista, prefiere la política del apaciguamiento, rivalizando en estadísticas de expulsiones de inmigrantes. Hicieron un proceso de regularización y cambiaron el discurso de la inmigración con un enfoque más positivo. Es importante, pero no suficiente. La Ley de Extranjería vigente es un instrumento injusto e ineficaz, debería ser sustituida por una ley de inmigración que asuma este fenómeno como un hecho estructural de nuestra sociedad, una sociedad cuya diversidad cultural es irreversible.
Sobran complejos y falta pedagogía, para decirle a la gente la verdad: que éste es un tema muy complejo pero que de ninguna manera debe asociarse a la delincuencia, al paro o la pérdida de calidad de vida.
Judith Ferreira – AVORAYIN
(Asociación Vallisoletana de Orientación y Ayuda al Inmigrante)
e-mail: AVORAYIN@hotmail.com Telef. 671971976

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